Este artículo está basado en un caso real de una clienta. Con la intención de perder peso de forma rápida su dieta se compone de ensaladas, zumos de frutas y evitar merienda y algunas cenas, pero cada semana realiza varias comidas aparentemente sanas que sólo contribuyen a evitar su pérdida de peso (cereales en el desayuno, cenar solo pizza, merendar sándwich de queso con pavo, etc.).
Su percepción es que lo está haciendo bien pero al mismo tiempo alega estrés, irregularidad del sueño, cambios bruscos en la báscula, etc.
Con la llegada del verano y la operación bikini, muchas mujeres comienzan diferentes tipos de dietas, planes dietéticos revolucionarios y fórmulas mágicas sin ningún tipo de control y con solo un objetivo: adelgazar rápidamente. Las características más importantes de este tipo de acciones son las siguientes:
- Tomar solamente líquidos, batidos de fruta (détox), ensaladas, etc.
- Ejercicio aeróbico de baja intensidad y larga duración
- Saltarse la cena o algunas comidas a lo largo del día
¿Cuál es el problema de esta estrategia?
- No llevas un control real de las kcal que ingieres: crees que tomas menos kcal de las que comes en realidad (comidas repletas de azúcares y grasas artificiales)
- La irregularidad horaria y los ayunos alteran tu metabolismo y el funcionamiento de tus hormonas, desembocando en un aumento de retención de líquidos y estrés psicológico (aumentas de peso en vez de bajar)
¿Soluciones?
- Controla tus comidas: apunta lo que comes realmente y sobre todo que tipo de comida ingieres (esto te ayudará a darte cuenta de las kcal que tienen dichos alimentos)
- Aumenta la ingesta de alimentos ricos en proteínas: pescados, huevos y carnes magras y elimina los alimentos artificiales (pizzas, pan blanco, cereales refinados, helados, etc.). Puedes permitirte un capricho o dos a la semana si cumples el resto de los días
- Entrena fuerza: mejorar tu masa muscular tonificará tus músculos y sin duda te ayudará a perder esos kilos que te sobran de forma mucho más efectiva que el ejercicio aeróbico de baja intensidad
- Aumenta tu actividad diaria: comienza a ir andando a hacer los recados diarios y sube escaleras en vez de coger el ascensor (esto aumentará tu gasto calórico a lo largo del día, aunque sean pocas kcal, a lo largo del mes puede marcar la diferencia en la báscula)
Como entrenador aconsejo siempre en estos casos no esperar a junio para comenzar a cambiar tu composición corporal. El proceso de pérdida de peso es complejo y requiere de una planificación de entrenamiento y alimentación (nutricionista). A modo general (no todo el mundo responde igual) y siendo constante en 4-5 meses pueden conseguirse grandes cambios en cuanto a grasa corporal se refiere siempre y cuando se acompañe dieta y ejercicio (fundamental entrenar en el gimnasio).
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