Actualmente, como ya mencionamos en artículos anteriores, el número de corredores va en aumento así como también el número de lesiones. En este caso vamos a hablar de la tendinopatia de Aquiles, una de las lesiones que se presenta con mayor frecuencia en el corredor y que supone el 20% de las tendinitis del pie y el 10% en los corredores de fondo.
Dentro de los factores de riesgo y de las causas que predisponen al corredor a sufrir una tendinopatia de Aquiles, encontramos por un lado los factores por sobrecarga y por otro lado la edad, aunque dicha lesión también puede estar asociada con traumatismos, causas de origen sistémico como reumatismos, procesos infecciosos, metabólicos y alteraciones musculares, neuromusculares o anomalía del hueso calcáneo.
En la tendinopatia por sobrecarga influyen los siguientes factores: anatómicos, calzado inadecuado, sistema de entrenamiento deficiente (falta de calentamiento y estiramientos), terreno demasiado duro o cuestas muy pronunciadas y ejercicios excesivos.
Por otro lado, la tendinopatia debido a la edad tiene dos causas principales: falta de elasticidad en los músculos del tobillo junto con un tendón de Aquiles acortado e inflexible, y la artritis puesto que provoca crecimientos óseos adicionales dando lugar a inflamación en el tendón y dolor.
En cuanto al tratamiento, en la fase aguda será necesario un periodo de reposo junto con la aplicación de hielo durante 10 minutos y 3-4 veces al día y, la aplicación de técnicas fisioterápicas. Cuando la inflamación y el dolor hayan disminuido comenzará la recuperación activa combinando elongación con fortalecimiento de los grupos musculares de la zona afectada. Se realizarán estiramientos suaves progresivos de todo el miembro inferior, ejercicios excéntricos, propioceptivos y fortalecimiento de la musculatura del tobillo. Los ejercicios son un complemento fundamental en la recuperación y cuanto antes se lleven a cabo mejor, puesto que garantiza una correcta y rápida recuperación de las estructuras anatómicas implicadas y reduce el tiempo de espera para retomar el entrenamiento que es lo que más le importa al corredor.
Por ello, si queremos prevenir la aparición de una tendinopatia de Aquiles, hay que analizar la biomecánica de la técnica de carrera que minimizará las cargas a las que se ve sometido y reduce el riesgo de aparición de la lesión, llevar a cabo un buen entrenamiento dentro del cual el calentamiento es esencial y justo después de él se debe estirar, usar calzado adecuado, descansar y una buena alimentación.
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