DEGENERACIÓN DISCAL
La columna lumbar aunque se caracteriza estructuralmente por ser el segmento de la columna vertebral más sensible y más susceptible a lesionarse por su gran movilidad, su mala irrigación y por soportar las cargas de todas las regiones de la columna vertebral. De ahí que se considere la estructura más solicitada y la que con mayor frecuencia refiere dolor.
En trinum tratamos este tipo de patologías desde un punto de vista integral y siempre utilizando una adecuada progresión desde la terapia manual, pasando por la rehabilitación y el fortalecimiento posterior.
La región lumbar es un área muy vulnerable del organismo humano, sometida a esfuerzos constantes, malas posturas, usos incorrectos, defectos congénitos, etc. Uno de los factores predisponentes más importantes a desencadenar dolor es la sobreactividad laboral; muchas veces se asocia el dolor lumbar al levantamiento de cargas pesadas, movimientos repetidos de flexión y rotación del tronco, y posturas de trabajo inadecuadas, forzadas y sobre todo de permanencia prolongada en la misma posición.
Los movimientos más lesivos para los discos y ligamentos son los movimientos combinados de flexión y rotación de la columna lumbar, y el riesgo aumenta cuando no se flexionan las rodillas. Otros factores predisponentes son los físicos (masa muscular, talla, peso y volumen corporal excesivo), genéticos, tóxicos (tabaco), y otros que perpetuarían la sintomatología, como el perfil psicológico, la satisfacción laboral, la remuneración, etc.
Los esfuerzos mecánicos repetidos de la columna lumbar conducen a la degeneración del disco intervertebral, la cual, es una de las patologías más comunes del raquis lumbar. A los 40 años de edad el 80% de los varones y el 65% de las mujeres padecen degeneración discal lumbar, aunque no tengan lumbalgia.
Cuando hablamos de un proceso de degeneración discal debemos distinguir de menor a mayor grado entre fisura, protrusión y hernia discal: En una fisura discal se produce un desgarro de la envoltura fibrosa del disco, una protrusión discal se caracteriza por la deformación de la envoltura fibrosa como consecuencia del impacto que ejerce el material gelatinoso del disco contra ella, y una hernia discal se produce cuando hay rotura de la envoltura fibrosa con la consiguiente salida del material gelatinoso hacia el exterior.
La salida del núcleo al comprimir las raíces nerviosas produce dolor irradiado hacia la región glútea o hacia las piernas que puede acompañarse de problemas neurológicos (hormigueos, pérdida de sensibilidad, atrofia muscular, etc.) dependiendo del nivel de la hernia discal y la raíz nerviosa del nervio al que afecte. El 98% de las hernias discales se presentan en L4-L5 y L5-S1, debido a que son los segmentos sometidos a mayor movilidad y solicitación del raquis lumbar.
LUCÍA DÍAZ LAX
FISIOTERAPEUTA COLEGIADO Nº 10786
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