En la actualidad cada vez son más el número de personas que optan por realizar salidas en bicicleta con grupos o clubs como opción de cara a hacer esas horas de deporte necesarias a la semana. Debido a este aumento exponencial de ciclistas, al igual que en el running o cualquier otro deporte que crezca mucho en poco tiempo, se producen diferentes lesiones asociadas a dicho deporte, en este caso hablaremos de la tendinopatía rotuliana.
Esta lesión se caracteriza por una inflamación dolorosa del tendón rotuliano. Los dolores aparecen en reposo y se alivian cuando las partes afectadas entran en movimiento (como se dicen vulgarmente cuando “se calienta” la zona afectada realizando ejercicio) pero vuelve a aparecer cuando mantenemos la actividad bastante tiempo. El mecanismo de lesión es la mayoría de las veces una sobrecarga por microtraumatismos de repetición como es el caso de la bicicleta.
La causa principal de la tendinitis rotuliana en el ciclismo es la que se produce por una mala posición del sillín o un mal gesto en el pedaleo (debido a una mala colocación de las calas) y que poco a poco va dañando el tendón hasta producir una inflamación del mismo.
Otra causa puede ser un mal entrenamiento o debilidad del cuádriceps ocasionando una degeneración del tendón, que en ocasiones puede llegar a la rotura de alguna de sus fibras debido al trabajo de fortalecimiento de dicho músculo con flexo-extensión repetitiva y no alternarla con ejercicios isométricos.
Los síntomas más frecuentes cuando un ciclista sufre una tendinitis rotuliana, son:
Dolor y sensibilidad en el área del tendón rotuliano, edema e hinchazón en la zona, dolor al pedalear o simplemente al caminar, dolor al flexionar o extender la pierna, permanecer mucho tiempo con la rodilla flexionada.
En el momento de producirse una lesión aguda en la práctica deportiva, debemos seguir unos pasos de “urgencia” que minimicen los síntomas y molestias que se producen en la fase aguda. Las pautas generales a seguir ante una sospecha de tendinitis rotuliana son las siguientes: reposo desde que comiencen los síntomas, aplicación de frío para la reducción del edema y dolor favoreciendo la recuperación. Todo ello encaminado a disminuir el dolor y evitar la cronicidad de la misma.
Otras alternativas de tratamiento son: corregir errores del gesto deportivo (mala técnica de pedaleo), una banda circular en la rodilla que comprima el tendón. Esta banda puede ayudar a dar apoyo al tendón y a aliviar el dolor.
En próximos posts hablaremos sobre los diferentes ejercicios de rehabilitación encaminados a la recuperación de una tendinopatía rotuliana.
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