En los últimos años el pádel se ha convertido en uno de los deportes de raqueta más conocidos y practicados por los grandes beneficios y diversión que proporciona. El creciente interés que despierta el pádel puede darse por ser un deporte atractivo para cualquier público debido al tamaño característico de la pista, por tener una exigencia física moderada y accesible para todos. Pero como todo deporte también tiene su lado negativo, el de las lesiones.
El pádel provoca muchísimas lesiones si no estamos físicamente bien preparados debido a:
- Cambios de ritmos agresivos, constantes y repetitivos implicando mucho trabajo de piernas.
- Movimientos bruscos y coordinados de cuello, hombro, brazo y muñeca con el peso de la raqueta.
- Calentamiento y enfriamiento de nuestro cuerpo durante el partido.
Epicondilitis: Lesión que más incidencia tiene en el colectivo de jugadores de pádel. El codo de tenista o epicondilitis es un dolor en la región externa del codo causado por el uso repetido y forzado de los músculos extensores de los dedos. La causa principal de esta lesión es la acumulación de microtraumatismos causados por la fricción de los tendones de la masa muscular extensora con el epicóndilo y los impactos y tirones que se producen cuando se efectúan movimientos de extensión del codo con desviación cubital del antebrazo.
Los estudios han comprobado que los jugadores afectados de epicondilitis tienen una actividad significativamente mayor de la musculatura extensora de la muñeca debido principalmente a una mala técnica de golpeo (empuñadura incorrecta en el agarre de la pala, punto de impacto retrasado de la pelota, golpeo con el brazo flexionado, etc.) o un mal uso del material.
Rotura de gemelo interno: Es la lesión más frecuente de la pierna en tenis, pádel y squash y la segunda más frecuente del pádel después de la epicondilitis. En esta lesión se produce un estiramiento o rotura, total o parcial, del gemelo interno a nivel de su unión musculo tendinosa. Aparece un dolor como un «latigazo», denominándose signo de la “pedrada”. La lesión se genera por una contracción brusca del músculo gemelo interno con la rodilla en tensión y el tobillo en flexión dorsal que da lugar a impotencia funcional relativa permitiendo el apoyo y la marcha.
Esta lesión se da tras una situación donde el jugador de pádel realiza una arrancada o sprint inesperado y violento, y paradas rápidas con el pie entero plantado en el suelo. Existe una contracción muy brusca del gemelo interno y esto puede ocasiones una rotura parcial o total del mismo.
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