El sexo ha sido considerado como una posible causa de disminución del rendimiento desde la antigua Grecia y Roma. En la actualidad se tienen pocos datos científicos al respecto y el impacto del mismo sobre el rendimiento.
Sexo y deporte: antiguas creencias
Antaño los entrenadores o responsables de la preparación del deportista creían que la abstinencia sexual era un buen método para rendir más. Griegos y romanos defendían que sacrificarse en este aspecto era sinónimo de éxito. Es por ello que hoy día algunos entrenadores siguen apoyando esta creencia.
Lo cierto es que pocos datos científicos apoyan esta teoría, no obstante, sí que hay que tener en cuenta algunas consideraciones al respecto. Es importante practicar sexo con suficiente antelación antes de competir (un día antes no produce ningún efecto negativo).
El posible problema no radica en practicar sexo o no antes de competir sino lo que esto puede conllevar para el atleta. Mantener relaciones sexuales puede llevar a perder tiempo de descanso y por ello influir en los niveles de activación. No obstante, el gasto energético es muy leve (25 kcal de media)
Consideraciones actuales: atletas y entrenadores
- El sexo tiene poco o ningún efecto sobre el rendimiento
- Tiene implicaciones psicológicas y emocionales y por lo tanto un efecto relajante
- El deseo sexual frustrado es probablemente más perjudicial que tener sexo antes de competir
- Los estudios apoyan: relación positiva entre tener sexo frecuente y aumento de testosterona en sangre
- Noche antes de competir: impacto positivo (sobretodo psicológico). Menos estrés y más relajación
CONCLUSIÓN
- Deben pasar algunas horas antes de la competición: al menos 10
- Evitar practicarlo bajo hábitos incorrectos: tabaco, alcohol o drogas
- Mantener experiencias sexuales del día a día del atleta
- No existe evidencia sobre la disminución del rendimiento, más bien al revés: aumento del sistema nervioso simpático y mayores niveles de testosterona.
Deja una respuesta