Perder peso es un objetivo muy popular entre nuestros clientes, no obstante, los continuos cambios de horario y diferentes variables que afectan al mismo (trabajo , obligaciones familiares, compromisos nocturnos, etc.) dificultan mucho la consecución de este objetivo. Más aún cuando se mezcla poca constancia a la hora de entrenar y unos hábitos alimenticios incorrectos. Es por ello que uno de los requisitos indispensables para mejorar la composición corporal radica en un adecuado descanso nocturno.
Perder peso ¿puede el descanso interferir en el resultado?
Un sueño deficiente (5 horas al día) está asociado con un aumento de peso y por ende, con la posibilidad de sufrir obesidad. Si bien es cierto que estar despierto más tiempo aumenta el gasto calórico diario, también es muy común que se disponga de más tiempo para picar entre horas y por su puesto, ese superávit calórico es mayor de la necesidades individuales. En otras palabras: lo más común es que se ingieran más kcal de las que se requieren y por ello se gana peso a pesar de estar más tiempo despierto.
Efectos negativos de un descanso inadecuado
- Cambios en el ritmo circadiano: esta alteración provoca a su vez una alteración en la alimentación diaria, como por ejemplo a la hora de desayunar. Parece ser que quienes duermen menos desayunan también menos, ya que cuando se despiertan, el organismo aún siente que son sus horas de descanso y por ello, el apetito es menor. El problema radica en que a medida que pasan las horas, dicho apetito aumenta y por su puesto, las horas nocturnas son la franja horaria en la que mayor cantidad de kcal se ingieren.
- Desajuste hormonal: debido a la mayor sensación de hambre, el apetito diario está descontrolado y picar entre horas se convierte en un hecho común. A veces, se ingieren hasta el 42% de las kcal necesarias durante las últimas horas del día, ya que las hormonas que intervienen principalmente en el apetito (grelina y leptina) no funcionan como deberían.
- Comidas poco saludables: el principal problema de tomar tentempiés es la calidad de la comida. Es decir, los alimentos ricos en hidratos de carbono refinados y grasas hidrogenadas son hipercalóricos y apenas sacian al organismo y además, son muy fácilmente accesibles y baratos.
- Falta de actividad física: cuando se duerme poco, el organismo reacciona con sensaciones de agotamiento y pesadez, es por ello que la actividad física diaria disminuye y por lo tanto el gasto calórico también. Por lo tanto, es difícil perder peso cuando el gasto calórico se reduce y la ingesta de alimentos poco saludables aumenta.
Conclusión
Establecer un orden diario y procurar dormir 7-8 horas es fundamental en personas que quieren perder peso. Ya no solamente por la necesidad de otorgar al organismo el descanso que se merece, sino también por la necesidad de llevar a cabo un régimen de comidas adecuado, mantener un nivel de actividad física óptimo y por su puesto, mejorar la salud en general.
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