El embarazo es un momento ideal para comenzar a adquirir hábitos de vida saludables. Iniciar o aumentar la actividad física y comenzar a introducir pequeños cambios alimenticios. En ausencia de complicaciones médicas u obstétricas, una mujer embarazada no tiene por qué dejar de hacer actividad física hasta el parto; sino todo lo contrario, mantener un hábito de ejercicio moderado (como por ejemplo Pilates) y llevar un estilo de vida activo puede tener efectos muy positivos tanto para la madre como para el niño, siempre y cuando sea supervisado por un profesional de la salud.
Beneficios físicos del Pilates durante el embarazo
- Los ejercicios de Pilates te ayudarán a fortalecer y elongar tu espalda, de manera que se adquiera una mejora de la conciencia corporal y de la postura, siendo el peso del vientre mucho más llevadero y disminuyendo así los dolores de espalda. Además, los ejercicios de movilización de la columna y reeducación postural te permitirán estabilizar tu columna vertebral.
- Por otra parte, cabe destacar es la mejora de la circulación sanguínea de las extremidades inferiores con el fin de reducir los edemas que puedan aparecer y disminuir el riesgo de varices.
Una de las mayores ventajas del Pilates en esta etapa, es el trabajo del suelo pélvico tanto en el preparto como en la recuperación posterior, con el fin de prevenir disfunciones uro-ginecológicas. Los ejercicios con balón suizo ayudarán a facilitar que la pelvis se abra y el niño se encaje correctamente.
Beneficios psicológicos
- Trabajar el control de la respiración es fundamental, ya que este desencadena un mayor estado de concentración y relajación que permite desarrollar más la unión de cuerpo y mente.
- Por último y no menos importante, el Pilates mejora el estado de ánimo y la autoestima produciendo una sensación de bienestar.
También se debe de tener en cuenta que existen contraindicaciones absolutas para no realizar Pilates. No se realizará hasta pasado el primer trimestre (12 primeras semanas de gestación) y siempre con la guía de un fisioterapeuta; además, ante la presencia de pérdida de sangre o líquido, contracciones o dolor asociado al movimiento, patologías asociadas al embarazo que impidan realizar ejercicios (diabetes e hipertensión) tampoco se podrá llevar a cabo. Como contraindicación relativa no se hará ejercicio en los últimos 45 días de gestación.
En definitiva: el Pilates es una opción muy recomendable tanto durante el embarazo como en el post-parto que no sólo aporta beneficios físicos sino además beneficios psicológicos como es la conciencia corporal, algo especialmente importante durante el embarazo, para ayudar a conocer el cuerpo y sus respuestas. Es un método seguro y eficaz, y siempre por supuesto guiado por un fisioterapeuta.
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