El dolor en la espalda es una de las lesiones más comunes en todo el mundo. Además de los problemas que se asocian con la edad, también se relaciona con el sedentarismo y la inactividad. El exceso de horas sentado, la falta de ejercicio y el sobrepeso son algunos de los condicionantes más importantes.
Tratamiento multidisciplinar
- Fisioterapia: es competencia del fisioterapeuta liderar el tratamiento y aliviar el dolor de espalda mediante tratamiento manual y/o ejercicios de fisioterapia. Por otra parte, limitar el reposo absoluto y utilizar actividades que no empeoren el dolor parecen ser bastante importantes.
- Entrenamiento: una vez el dolor de espalda ha remitido y la zona abdominal/lumbar. Es competencia del Licenciado en Ciencias del Deporte prescribir el volumen y la intensidad de los ejercicios. La prioridad pasa a ser el fortalecimiento de la musculatura y la mejora de la fuerza.
¿Ejercicios para redimir el dolor de espalda?
- Pilates/escuela de espalda: importancia de reducir y corregir los hábitos posturales que influyen en el dolor de espalda. En primer lugar, tratar el dolor mediante ejercicios seguros y supervisados por un fisioterapeuta es fundamental. Estiramientos y tratamiento manual pueden ser buenas opciones los primeros días.
- Ejercicios de abdomen y estabilidad central: fortalecer el abdomen no sólo se trata de hacer abdominales. En ocasiones si la técnica no es correcta puede agravar aún más el problema. El trabajo de fortalecimiento ha de ser integral: abdomen, glúteos, columna vertebral, cuello y suelo pélvico.
- Entrenamiento: en este último caso, cuando el dolor ha desaparecido o es mucho menos intenso (simple molestia) es necesario pasar al siguiente escalón. Ejercicios con mancuernas y barras (pesas) y entrenamiento aeróbico es necesario para concluir con un adecuado proceso de recuperación.
CONCLUSIONES
Reducir la incidencia del dolor de espalda es un proceso que debe seguir varios paso. En un primer lugar (dolor agudo) seguir las recomendaciones y el tratamiento con un fisioterapeuta para aliviar las molestias y controlar el dolor. En segundo lugar, seguir un proceso de al menos 2 días por semana dirigido a fortalecer la musculatura y aprender estiramientos y ejercicios analíticos seguros. Sesiones de Pilates pueden ser una gran alternativa. Por último y no menos importante, continuar la recuperación mediante el ejercicios globales (sentadillas, peso muerto, puentes de cadera con cargas, etc.). Finalizar el proceso de rehabilitación a través del entrenamiento con profesionales del entrenamiento asegura una mejora de la condición física general y de la salud.
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